domingo. 08.09.2024
Con Laia, profesora de Pilates

Charlas sobre movimiento

Conceptos e ideas de movimiento existe muchos y además han ido cambiando a lo largo del tiempo y se diferencian según factores diversos como nuestro entorno o la cultura con la que crecemos. Cómo nos movemos refleja todas estas facetas y además es un desarrollo constante. Sobre eso y otros temas relacionados charlamos con Laia, que es profesora de pilates y hace muchos años que se dedica a movimiento.
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A mí, cuando pienso en movimiento, siempre me viene en mente la dinámica del mar, que puede estar quieto, como suele parecerlo el Mediterráneo, por ejemplo, ¿no? Pero cuando empieza a moverse, se crea una energía que le da forma a una materia como el agua, que es líquida y de por sí parece no tener ninguna. O también el viento, no se lo ve, pero de repente mueve algún objeto “muerto” y le transfiere una energía que lo hace parecer vivo. Pues con nuestro cuerpo me parece que pasa lo mismo cuando lo ponemos en marcha, digamos, funciona como un motor para generar energía que lo despierta en muchos sentidos. Puede sonar muy espiritual, pero no lo digo en ese sentido.

Claro, yo entiendo que cada cultura, la energía, la vincula a un aspecto. El agua, por ejemplo, tiene más relación con esta cosa orgánica. Yo estoy mucho más cerca de la explicación científica y hay gente que quizá se vincula más con un concepto de energía espiritual, pero te entiendo. Al final, el movimiento tiene mucho que ver con la naturaleza. Bueno, es que creo que estamos muy alejados de eso. O sea, cuando uno empieza a reflexionar sobre el movimiento y a practicar o incluso solo a observar, empieza a crear vínculos con eso, con la naturaleza, con cosas que ves en la vida, en el movimiento, y creo que hay una parte en la que nos olvidamos. Es como que consideramos que nuestro ser, o sea tu Giulia o yo Laia, es diferente a nuestros cuerpos. O sea, Giulia y el cuerpo, y entonces Giulia y el movimiento. Pero no hay diferencia. Somos cerebro y el sistema nervioso que baja por nuestra columna y radia por todo nuestro cuerpo. O sea, somos exactamente eso, no somos nada diferente, ni existe cuerpo y mente como dos conceptos diferentes. Entonces, cuando empezamos a observar que es movimiento, lo podemos extrapolar a elementos mucho más grandes.

Hablando de observar movimiento, siendo profe de pilates, justamente te dedicas a eso y, tanto a nivel personal como profesional, llevas mucho tiempo practicándolo también. ¿Cuál es tu concepto de movimiento y qué significa para ti?

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Ha ido cambiando, creo, pero me parece que es lo que te acabo de decir. O sea, el movimiento no es nada más ni menos profundo que tú. Por ejemplo, decías que el Mediterráneo no se mueve, pero seguro que muchos pescadores de ahí son capaces de percibir movimientos supersutiles que a mis ojos no son visibles. En el movimiento pasa lo mismo. A veces nos creemos que el movimiento es una persona que baila, que tiene un range of motion supergrande y hace cosas increíbles cuando el movimiento realmente es tus células. O sea, cualquier cosa que nos haga vivos y como tú te vinculas con eso. Es la búsqueda interna de mejorar esa relación con tus células, con tu cuerpo y cómo puedes explorar nuevas formas de moverte. Porque creo que estamos muy lejos de nuestra forma original de cómo nos movemos. Yo me dedico mucho a eso, bueno soy profe de Pilates, pero por lo general la gente dice, pues “Yo hago Pilates porque quiero el culo duro.”, o “Yo hago CrossFit porque quiero estar más fuerte.”. Entonces es como que uno hace movimiento o hace cualquier cosa por un fin concreto. No está mal, está perfecto, pero creo que si tuviésemos que hacer una pirámide de movimiento, este tipo de objetivos estaría en lo más básico. Y cuando empiezas a explorar un poco más y quitas capas, entiendes que el movimiento va mucho más allá. O sea, es más práctica diaria, y hay mucha gente en el mundo del movimiento, que a mí me gusta seguir, que tienen una práctica muy profunda en este aspecto y tienen una búsqueda muy profunda de lo que es el movimiento. Pero creo que tiene que ver con eso. Una búsqueda personal de mejorar la calidad de vida.

El movimiento también funciona como una manera de expresarse, a veces incluso involuntariamente o subconscientemente, a través del lenguaje corporal y las formas que uno tiene de moverse. En los deportes, por ejemplo, se nota mucho, por un lado, sí, todos hacen la misma actividad, pero hay diferencias llamativas en las formas de cómo cada uno se mueve. Si lo observas, te puede decir mucho sobre como es la persona también. ¿En actividades dirigidas como el pilates también pasa o se anula ese factor?

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Sí, efectivamente, nos movemos como somos. Hay gente que es especialista en leer expresiones, como lo típico, muy básico, de que le preguntas algo a alguien y si mira a la izquierda quiere decir tal cosa. Luego hay otro aspecto y es que, cuando analizas, qué es algo que hacemos los profes de pilates o es lo que tendríamos que ser capaces de hacer, empiezas a leer la expresión del cuerpo y entender a la persona. Es algo que hacemos como andar en bicicleta; cuanto más tiempo lo haces, más entiendes el cuerpo. Pero, por ejemplo, algo muy básico: una persona muy estresada, que quizás también pasa muchas horas delante del ordenador, pues tiende a encorvar la parte alta de la espalda y tener poca movilidad en la parte del esternón, ¿no? Gente, como decíamos antes, más de práctica espiritual, ellos hablan del chakra y en estos casos dicen que se cierra el chakra. Esa explicación para mí está bastante basada en nada, pero sí está demostrado que realmente, cuando nos movemos, nuestro cuerpo se protege. Cuando tienes miedo, pues se cierra el pecho, porque estás protegiendo tu caja torácica, que es donde tienes tus emociones, donde tienes tus órganos vitales. Con lo cual tiendes a cerrar cuando tienes miedo, lo que lleva a mucha tensión en el esternón, incluso a veces más dolor, y cuesta respirar. Eso, al final, es una transferencia de tus emociones al cuerpo. Y como eso hay miles de ejemplos más, como el cuerpo, o sea, al final, los seres humanos, nos adaptamos y eso es lo que nos hace sobrevivir, tanto a nivel emocional como a nivel práctico. Igual como una persona que es muy expresiva, muy solar, pues igual lleva el pecho más abierto y así con todo. O sea, no somos indiferentes a nuestro cuerpo, se mueve como somos y como sentimos desde luego.

La siguiente pregunta tiene un poco que ver con eso justamente: Antes dabas clase en Barcelona y ahora lo haces aquí en la isla, que digamos, es un lugar donde la gente está más rodeado de naturaleza. ¿Notas diferencias en como se mueve alguien, según en que entorno vive?

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Sí, me he fijado en dos cosas, seguro que hay más, pero yo he detectado dos cosas: los pies y la mirada. Los pies son pies mucho más adaptados. Todos los ejercicios de dedos de pie y tal que hago, la gente los sigue con mucha más facilidad, porque aquí la gente va descalza y eso es una maravilla. Y luego la colocación de la mirada. La mirada está mucho más abierta a mirar hacia afuera. Cuando en Barcelona miran, no es que miran hacia el suelo, pero tienden a cerrar desde la mirada o no mirar, no sé si me expreso, pero esta isla es completamente horizontal. Es un masaje desde el ojo, porque el ojo, cuando mira hacia el horizonte, se relaja y, cuando el ojo se relaja, el cerebro se relaja y el sistema nervioso es mucho más adaptativo. Al final, el ojo es la primera vértebra, y cuando tienes el ojo abierto hacia el horizonte, tu columna está mucho más sana. En cambio, en la ciudad, es como cuando les cierran el ángulo de visión a los burritos. Pero es también como lo que decíamos antes, es la adaptación que hace el cuerpo, ¿no? No necesitan mirar el horizonte, porque no hay. Lo que necesitan ver es inmediato, no tropezar con alguien, parar en el semáforo, el paso de cebra, no pisar, el metro… pasa todo en metros muy cercanos, con lo cual la mirada se cierra y el cuerpo también se cierra. Es distinto. Esas son las dos cosas, los pies y la mirada.

Y si le sumamos un tercer mundo, por decirlo de alguna forma, porque ahora se usa mucho también lo de dar clases online, ¿no? ¿Ahí también notas diferencias?

Bueno, ahí la única diferencia que encuentro es que cuando das clase, cambian los factores y la comunicación. La manera de corregir, el feedback, también es distinto y bueno, la verdad no es lo que más me gusta, pero al final la experiencia del movimiento no siempre tiene que ser la misma, ¿no? Uno puede pensar que solo existe la práctica donde hay un profesor físico que te toca, pero no. Existen prácticas en las que la experiencia del movimiento puede ser lo suficientemente enriquecedora. Está bien, poder de todo. O sea, como con las clases online no hay tanta capacidad de dar feedback, es más una experiencia de movimiento. Ofrecer a la persona que está al otro lado de la pantalla la oportunidad de moverse un poquito más sin rigidez. Pero ahí no veo ningún cambio, y me parece que es lo que viene, o sea, yo trabajo mucho más. Quizá en cuanto a eso se notaría un cambio más llamativo, si el día de mañana, bueno ojalá mucho más lejano que mañana, todo sería online, ¿no? Como quizá lo era durante la cuarentena, pero a más largo plazo todavía Sí, seguramente, fijarte dónde tienes que mirar para estar atento o poner las cámaras. Todo ese tipo de cosas cambia la práctica. El escenario, el sitio donde te mueves, son cosas que cambian la experiencia de movimiento. Si tú piensas como alumna, un sitio donde hay espejo o un sitio donde no hay, eso cambia la práctica. Quitas la experiencia hacia dentro para centrarte en verte, entonces pasas tu práctica en una imagen en lugar de una experiencia interna. Yo no soy muy fan de los espejos, pero para según qué cosa… nunca es un no en sí. Hay que entender cuándo es bueno tener un espejo y cuándo tienes que concentrarte realmente en la experiencia del movimiento, en el sistema nervioso, en sentir un trabajo de la propiocepción, ¿no? Pero es interesante, yo creo que la inteligencia artificial o estas prácticas nos tienen que traer cosas buenas. O sea, digo yo que hay que ser positivos, porque si no, yo creo que nuestros abuelos se hubieran suicidado, porque también nuestros abuelos se enfrentaron a eso, ¿no? Un salto cultural. Siempre ha habido, desde la revolución industrial, ha habido un cambio exponencial en este tipo de cosas y siempre hemos sacado algo bueno, y malo también, pero yo no sé. Estoy un poco positiva con esto, es que si no, Giulia, yo pienso que nos suicidamos, eh. Si me pongo a pensar que no habrá más profesores, o sea, insertas el manual de pilates, las contraindicaciones de movimiento, las patologías y no sé qué, y te sale una profe, y seguro que más joven y guapa que yo, y más simpática, o sea, ya está. Pero hay que ser positivo.

Hablando de cambios y proyecciones al futuro, con todas las invenciones del ser humano para hacer la vida más cómoda, ¿no marca una tendencia a retroceso de su propia capacidad de movimiento? Por ejemplo, lo pensé en una clase de pádel usando el tubo para recoger las pelotas en vez de tú flexionar tus caderas, tus rodillas para agacharte y extender el brazo para alcanzar la pelota. Estás de pie, recto, y pasas el tubo por cada pelota. Entiendo que si lo haces todo el día y das clases, previenes lesiones que vienen de un exceso de todos estos movimientos. Es más bien un ejemplo del mundo del deporte mismo, pero así pasa con muchas cosas en el día a día, ¿no?

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Realmente hay una paradoja. A ver, cuando tienes a una persona con discapacidad física, la idea es adaptar el entorno, para que esa persona tenga una vida mucho más funcional. Por ejemplo, si la persona viene en silla de ruedas, no le vas a poner escalones, ¿no? Pero hay límites. Me acuerdo de que cuando trabajaba con discapacitados físicos, tenía un compañero que iba en silla de ruedas y me decía: "Yo, si me adapto la casa completamente, luego no voy a ser funcional en la vida real." Y yo creo que este tipo de reflexión podemos llevarla a lo que tú dices. Es decir, ¿para qué necesito a un tubo para que me recoja las pelotas si tu columna y tu cadera están hechas para moverse y coger las pelotas del suelo? ¿Por qué la práctica de pádel se limita a tal y las pelotas, no pasa nada? Otra cosa es que luego tú me dices: hoy tengo prisa y quiero practicar el saque. Vale, ok, pues hoy cojo el tubo, ¿no? Y pasa lo mismo en el pilates, eso va a ser tirarme piedras a mi propio tejado, pero las máquinas de Pilates son una maravilla, dan un montón de ventajas y un entorno muy protegido para moverse, pero al mismo tiempo no es el fin en sí. O sea, a mí no me gustaría, idealmente, tener solo alumnos que quieran Pilates con máquinas. Quiero que mis alumnos suban a una montaña, que escalen, que naden, o sea que tengan una capacidad de movimiento mucho más adaptada y no solo lo que es la máquina. Al final, tú eres muy bueno en Pilates con máquina, muy bien, ¿y qué? Eres muy bueno haciendo el single leg stretch, pero ¿qué te sirve? Otra vez, lo que decíamos al principio, si el movimiento es tú, es conocerte, es ser más funcional, o sea, ¿de qué te sirve si no eres capaz de llevar esa vitalidad que te da el Pilates a tu vida? Y ahí está la reflexión, ¿no? ¿Por qué haces Pilates? ¿Por qué vas al gimnasio? ¿A CrossFit? ¿Por qué quieres hacer un snatch perfecto o por qué realmente quieres estar más fuerte y todo lo que quiere decir estar más fuerte? Bueno, yo intento estar muy consciente de eso. ¿Por qué hago este ejercicio? ¿Por qué hago eso o lo otro? Y a veces, sencillamente es porque necesito descargar mentalmente, sabes, y está bien. Pero está bien ponerle consciencia a la práctica, sea la que sea. 

¿Y también la variedad, no? Como lo que tú dices, no solo descargar, no solo…

La variabilidad es lo que te hace ser mucho más funcional. Por ejemplo, en Pilates. Yo tengo mucha gente que dice “Yo vengo a Pilates, porque quiero mejorar mi postura.” Y bueno, los típicos videos de: “Si pasas muchas horas sentada, tienes que sentarte con la espalda recta como si te hubiesen metido un palo por el culo.” Pues, amiga, no. ¿Hola? No sirve para nada, solo para generar tensión. Estamos hechos para movernos. O sea, la mejor postura es la con la que nunca estás, y si piensas eso: "La mejor postura es la en la que nunca estoy." Pues tengo que ir cambiando de postura lo más habitual posible. Variabilidad. El cuerpo lo que quiere es variabilidad, es lo que le gusta, como en la comida, es muy básico. Necesitamos no solo escalar. Necesitamos escalar, nadar, pues eso, ser una persona hábil en todo. Ir al súper y cargar, que la columna está hecha para flexionarse y coger peso. Pero nuestra tendencia es la comodidad, ¿no? Tampoco hay que vivir en penitencia, claro. Por ejemplo, yo que ahora me estoy haciendo la casa, mi ideal será, pues, tener los sofás lo más bajo posible, intentaré tener una barra en algún sitio para, cada vez que paso, colgarme. Eso, ¿qué quiere decir, que voy a vivir como chimpancé? No, pero uno intenta ponerse como un poquito de chili, un poco de spicy a la vida, ¿no? Estar sentada un poco en el suelo, pues ese tipo de cosas que dan salud a mi cadera, que dan salud al suelo pélvico. Sí, yo creo que es ese el asunto.

Antes mencionabas la consciencia durante la práctica, ¿es algo que está en oposición a "dejarse fluir"? Digo, como se habla mucho del "flow" también, y por ejemplo lo noto en el surf, cuando me meto al agua sin pensar, que supongo que sería el equivalente a lo del flow, quizá me divierto un montón, pero no avanzo en cuanto al aprendizaje técnico digamos, porque en ese momento justamente no estaba pensando en nada. ¿Entonces una cosa quita la otra? ¿No puedo fluir y a la vez mejorar?

Sabes lo que pasa, yo veo mucho lo del flow en las redes y tal, pero al final es un momento de desconexión, ¿no? De dejarse ir ¿Y de dónde nace eso? Para mí tiene que nacer de una práctica previa. Hay una cosa, no sé si lo has visto, el Ecstatic dance. Básicamente, les ponen música y bailan tocando los bongos y no sé qué, y pagan para eso, es como ir a una discoteca pero sin alcohol. Vas y te dicen que tienes que dejarte ir y, voy a criticar eso aunque no sé muy bien, pero desde afuera, si lo analizas, parece como que fluyen, pero siempre, por mucho que el movimiento sea bonito o feo, hacen el mismo patrón de movimiento, porque no hay registro previo. Lo bonito es cuando eres capaz de entrenar mucho una cosa, tener un vocabulario extenso y luego cuando te dicen de dejarte ir, tu cuerpo es capaz de ir a buscar estas referencias de movimiento. Que son patrones diferentes que tienes. Y eso solo pasa por practicar.

Si yo me meto al agua, y yo creo que el surf es de las cosas más difíciles que hay, aunque no te puedo decir mucho, pero yo creo que el surf pasa por partirte el culo surfeando, ¿no? Y cuanto más tú tengas la habilidad interiorizada de leer el mar, de subirte a una tabla y no sé qué, a lo otro le puedes ir prestando más atención, porque todo lo anterior ya estará interiorizado. Y lo mismo en el movimiento. Si yo me pongo a hacer un flow de 5 minutos de improvisación, te lo aseguro que puedo estar 30 segundos de los 5 minutos, ni 30, durante 10 segundos haré movimientos diferentes. A partir de los 10 segundos hasta los 5 minutos estaré repitiendo patrones que son mis propios patrones. ¿Eso es fluir? Bueno, es repetir un patrón, volverme loca y bueno, desahogarme. Pero no es fluir, como yo lo concibo. Como cuando ves a un surfista en una ola increíble, pues el tipo no es la primera vez que coge la tabla, seguramente no.

Luego hay prácticas de movimiento que se basan en eso, en descifrar, en decodificar el movimiento y trabajar con movimientos muy pequeños, porque al final, como tú decías, las expresiones y eso, ¿no? Nuestro cuerpo al final aprende a moverse por aspectos culturales también. No sé, esto es muy estereotipado: intenta visualizar a un japonés y un brasileño andando; hay una diferencia llamativa y se los puede identificar a base de la forma como se mueven. Es curioso, pero en general es así. Somos nuestro cuerpo, no es diferente de nosotros, de nuestro ser. ¿A qué venía esto? Ah, el flow, pues sí, está muy de moda, pero no hay que confundirlo. 

O sea, lo suyo sería la combinación. Ni solo una cosa, ni la otra, porque si solo te enfocas en aprender nuevos movimientos, pero nunca los juntas a ver que se puede hacer con eso, como que tampoco es la idea...

Sí, total, la práctica tiene que ser completa, lo más completa que uno pueda. Entonces, desde practicar una serie cerrada hasta practicar una serie que no sea cerrada, que se basa en un objetivo en concreto, pues mejorar la movilidad de cadera o no sé qué, hasta memorizar ejercicios, buscar patrones nuevos y luego improvisar. La improvisación también tiene que estar, pero tiene que haber un trabajo previo. No puedes aislar y decir bueno, flow, y te encuentras con cada cosa que dices, bueno, es que estás haciendo todo el rato lo mismo.

La última pregunta es más personal. De todas las disciplinas de movimiento que practicas o hayas practicado, ¿qué época te gustaría revivir o vivir, si es que es una época antes de tu tiempo, y por qué?

Sin duda, Capoeira. Es una cosa que me ha cambiado la vida. Capoeira mola, eh, no pongas Capoeira, pon Capoeira Angola. Es la que está más vinculada con la cultura afrobrasileña, tiene un vínculo muy fuerte con África y con la tradición y fue con lo que empecé. La adolescencia para mí fue horrible, tenía mucha ansiedad, mucho miedo, todo me sobrepasaba, no sabía qué hacer. Y en este momento de confusión, de miedo, de pánico constante, lo único que me ancló, lo único que me llevó a tierra, lo único que me salvó, que me hizo de repente decir, ostia, estoy en la tierra, estoy viva y deja de historias, fue la Capoeira. Después de un viaje a Brasil a los 18 años empecé a entrenar y de repente iba cada día 2 horas y le preguntaba a mi Mestre si podía ir a la siguiente clase también. Entonces estuve 4 horas entrenando, cada día. Desde los 18 hasta hace 2 años que lo he dejado y tengo mi corazón como si, o sea, hablo y me entran ganas de llorar. Pero si he estado que he dado muchos años clases de Capoeira en Barcelona y era Contramaestre, que era casi Mestre. Es muy bonita la Capoeira, tiene unas lecturas de movimiento, de tradición, es una belleza, la música, es algo brutal. Entonces, si tengo que buscar algo que me gustaría revivir, es Capoeira, y como en esta isla no hay, pues estoy ahí huérfana. 

Claro, es como lo que decías al principio, de cómo te mueves, cómo te desarrollas, el movimiento es parte de tu ser. 

¡Mil gracias por la charla, Laia!